ENTREVISTA CON LOS PARTICIPANTES Y COLABORADORES DE LAS XVIII Jornadas Bibliotecarias de Andalucía

ENTREVISTA CON LOS PARTICIPANTES Y COLABORADORES DE LAS XVIIIJBA: 

Mercedes de la Moneda Corrochano

Mercedes de la Moneda Corrochano.

Facultad de Comunicación y Documentación de la Universidad de Granada.

¿”Innovación, profesión y futuro”, lema de nuestras XVIII Jornadas Bibliotecarias de Andalucía, en qué lugar crees que se encuentra ahora mismo la profesión?

La innovación como herramienta de evolución y progreso es una característica constante de la evolución humana y por tanto de las bibliotecas. Ahora bien en el momento actual y empujados por los cambios tecnológicos y sus consecuencias en los modelos sociales y de relación, la innovación en bibliotecas se impone como una necesidad perentoria. Creo que está es la característica fundamental del momento profesional.

Esta necesidad  se ve reflejada en la literatura científica. Si hacemos una búsqueda en la magnífica biblioteca de la UGR, vemos como los títulos asociados a innovación se incrementan considerablemente en torno al inicio de siglo. El ámbito de las bibliotecas y los servicios de información forman parte de esta dinámica,  con estudios concebidos desde distintas perspectivas y con mucha frecuencia asociados  al concepto de buenas prácticas.

Desde mi punto de vista los profesionales de las bibliotecas y de la información en general, deben innovar, inventar, para contribuir al progreso social y a  una existencia más feliz de la población a la que sirven, proporcionando información y lugar de encuentro que propicien el intercambio de información, la colaboración y el entendimiento. Tenemos numerosos ejemplo de ello en el panorama nacional e internacional, desde los cambios promovidos por el bibliotecario  Kari Lämsä en las bibliotecas de Helsinki a muchas iniciativas tomadas en las bibliotecas de nuestra comunidad, para  dar cada vez mejores y nuevos servicios que se ven reconocidos, en ocasiones, con distintos premios y distinciones, como la Biblioteca de Arroyo de la Miel o la Biblioteca de la UGR, por citar algunos casos.

¿Qué destacarías para los profesionales de nuestro sector, que nos deparan los tiempos presentes y venideros?

Creo que, si somos capaces de continuar innovando, el futuro es alentador.  Debemos recordar que la innovación no debe ser solo una respuesta a los cambios tecnológicos, hay también que ofrecer valores nuevos acordes con las necesidades de los cambios sociales y estructurales que estamos viviendo. Es obligado renovarse además de en herramientas tecnológicas, en servicios y en modelos de incardinamiento en la comunidad. Para ello los profesionales deben estar formados en estrategias y procesos de innovación, pues esta no depende tanto de una seripendia o idea genial como de un proceso organizado y colaborativo de trabajo. Hay un reto importante de formación, tanto académica como continua, en este asunto.

Por todos es asumido ya el valor social de las bibliotecas, pero ¿cual crees que es el verdadero valor de nuestra profesión para la sociedad actual?

Las bibliotecas y la información son ahora más “res pública” que nunca.  Desde mi punto de vista este es uno de sus puntos fuertes y que le dan más valor social. Los equipos responsables de su gestión tendrán, y creo que tienen, un reconocimiento social directamente vinculado al éxito obtenido, medido en la bondad del servicio prestado a la comunidad. La valoración social de la profesión en su conjunto responde tanto a la sumatoria de los éxitos individuales, como a la presencia de los profesionales en los distintos órganos comunitarios, el nivel académico requerido para ejercer la profesión y la garantía de su calidad, la consolidación de salarios dignos,  la existencia de asociaciones, foros  y colegios profesionales que defiendan y agrupen los interesas de los profesionales y por supuesto el respaldo de una importante actividad de investigación y de producción científica en el sector.

           

¿Qué crees que aportas a las Jornadas Bibliotecarias de Andalucía?

Un granito de arena más, basado en mi experiencia como docente y de trabajo en bibliotecas y archivos.  Creo que puedo aportar una visión integrada de la profesión, en sus aspectos prácticos y académicos y por supuesto el entusiasmo e inquietud que inevitablemente nos contagian los estudiantes en el día a  día.

           

¿Granada y la Facultad de Comunicación y Documentación de la UGR, lugar perfecto para hablar de la profesión y del futuro?

Desde luego. El pasado, el presente y el futuro del área de conocimiento y de las profesiones asociadas, incluida la bibliotecaria, es uno de los objetos de estudio que dan sentido a la facultad.

             

¿Cuál es tu opinión de la labor desarrollada por la Asociación Andaluza de Bibliotecarios?

La AAB ha contribuido a lo largo de su historia a vertebrar el sector bibliotecario en Andalucía, favoreciendo el intercambio de información tanto a través de las Jornadas, como del Boletín de la AAB y aglutinando a un importante sector de profesionales de la gestión de la información. Creo que el futuro nos pedirá potenciar tanto la línea de difusión e intercambio de información como la defensa de los intereses de los profesionales en ejercicio y de los recién egresados.

           

¿Qué le dirías al resto de los profesionales andaluces para que compartan con nosotros nuestras Jornadas?

Las jornadas van a ser  sin duda un gran lugar de encuentro para  intercambiar experiencias, debatir los caminos a recorrer en el futuro y porque no,  reencontrarnos con compañeros de clase, recorrer las antiguas aulas y  visitar de nuevo  la biblioteca.