Asociación andaluza de bibliotecarios

ENTREVISTAS CON LOS PONENTES DE LAS XX JORNADAS BIBLIOTECARIAS DE ANDALUCÍA:

Nestor Mir y Ana Valdés

Ana Valdés Menor y Néstor Mir Planells. Comisión “Biblioteca como agente social” del Colegio Oficial de Bibliotecarios y Documentalistas de la Comunidad Valenciana

●     Vuestra campaña y puesta en marcha ¿mejora y pone en valor la imagen de marca en bibliotecas?.

Por supuesto. Las bibliotecas, en general, han estado siempre demasiado etiquetadas, demasiado marcadas en estereotipos muy asumidos por la comunidad.

Por eso, el objetivo de nuestra campaña “Biblioteques inquietes” no es solo el de visibilizar la labor bibliotecaria y la imagen de los bibliotecarios, que también, sino abrir ventanas para que puedan entrar ideas nuevas que ayuden a repensar el futuro de las bibliotecas, que bibliotecas y bibliotecarias se atrevan a dar un paso adelante mostrando no solo lo que hoy en día son capaces de hacer sino también los retos que serán capaces de afrontar en el futuro.

Es importante que las bibliotecarias empiecen a pensar que las bibliotecas son más que libros; que las bibliotecas son, en realidad, personas. Y que la comunidad, sobre todo la comunidad política, así lo crea.

●     El futuro de las bibliotecas pasa por el cambio de imagen. ¿Cómo veis este cambio próximo?.

Los grandes cambios son lentos y por desgracia, a veces, traumáticos. Se dice que las bibliotecas, los libros, la lectura está en un momento de crisis. Pero todos sabemos que, precisamente, las crisis son lo que hace avanzar al mundo. Y no es cierto que las bibliotecas estén en crisis, solo están pleno cambio de paradigma, en plena evolución que nos hará cruzar el puente que une la visión antigua del mundo bibliotecario y la nueva, que es cierto que tiene poco que ver con la antigua. Y podríamos decir que estamos justo en la mitad del camino, en medio del puente, y que, aunque hay muchos profesionales que ya han cruzado esta pasarela, también los hay que ni se atreven ni quieren cruzarlo. A veces, por mero desconocimiento a qué se pueden enfrentar.

El problema es que la realidad está por encima de nosotros y la revolución tecnológica nos obliga a tomar decisiones novedosas frente a situaciones nuevas. Si queremos sobrevivir, los bibliotecarios debemos dar un paso adelante y aprovechar todas aquellas nuevas posibilidades que sirvan para poner nuestra imagen y trabajo en valor. Debemos demostrar a la sociedad que somos imprescindibles para su bienestar físico, material y mental. Las bibliotecas ya no son los edificios que albergan libros. Las bibliotecas son simplemente (con toda la complejidad que ello conlleva) las personas y sus necesidades en la sociedad. Así pues, las bibliotecas serán los propios bibliotecarios y bibliotecarias.

●     ¿Los cambios venideros de la profesión mejorarán la marca profesional e institucional?

Creemos que sí, porque los retos que están por venir (y por afrontar) son muy emocionantes, y ello nos va a suponer tener que ampliar nuestras facultades pero también nuestros aliados. Vamos a tener que aprender a ser realmente interdisciplinares, ser capaces de salir de detrás del mostrador y del despacho para ponernos a trabajar junto a la gente, y no solo junto a la gente que viene a la biblioteca, si no que vamos a tener que salir de los muros para hacer que la ciudadanía piense en nosotros más allá del propio recinto. Hemos de lograr que la comunidad necesite de las bibliotecas, crear esa necesidad de servicio.

Para ello, tenemos que empezar a popularizar nuevos términos que definirán la biblioteca del siglo XXI: la biblioteca social, la biblioteca como tercer lugar, la biblioteca fuera de los muros, la biblioteca con espacios para adolescentes, para niños, la biblioteca como makerspace y como punta de lanza de la alfabetización digital, la biblioteca integradora, ágora de debate y de defensa de la democracia etc.

En definitiva, una biblioteca cercana a la comunidad, próxima a sus necesidades, con afán de servicio público y útil para los políticos como herramienta para la consecución de sus objetivos sociales

●     ¿Qué esperas de las XX Jornadas Bibliotecarias de Andalucía?

Esperamos poder oír a compañeros/as de la profesión pensando libremente sobre la próxima biblioteca. Nos gustaría oír todo tipo de ideas, ideas valientes que nos proyecten hacia el futuro. Que nos den nuevas visiones para construir juntos la biblioteca del siglo XXI. Nos gustaría cruzarnos con muchas bibliotecarias inquietas y que estas bibliotecarias inquietas puedan trabajar realmente para convertir sus bibliotecas en inquietas. Básicamente nos gustaría mucho que pudiéramos compartir experiencias e intercambiar nuestros conocimientos más prácticos.

Y también esperamos que nuestras campaña “Bibliotecas inquietas” se conozca y podamos reunir muchas firmas de adhesión al manifiesto que presentamos. Firmas a tres bandas: profesionales, usuarios/as y políticos, porque las tres partes necesitamos estar de acuerdo en el nuevo futuro bibliotecario.

●     ¿Qué opinión te merece el trabajo de la AAB en favor de la profesión?

Para nuestra profesión sigue siendo fundamental el trabajo de las asociaciones profesionales. Sin ellas, las bibliotecas tendrían los días contados. Todos y cada uno de los trabajadores del sistema bibliotecario deberíamos emplear parte de nuestro tiempo libre para dedicarlo al voluntariado. No somos únicamente bibliotecarios cuando estamos dentro de una biblioteca, lo somos todo el tiempo y, parte de nuestro tiempo libre, a través de las asociaciones profesionales, lo debemos dedicar a la mejora colectiva de nuestra profesión. Si todos en conjunto no nos preocupamos, si no presionamos para ser cada vez más visibles y tener poder de decisión, nadie lo va a hacer por nosotros. Y desde luego, la AAB sabe visibilizar muy bien este trabajo, que como las buenas corrientes, surcan por el fondo del mar, pero conforman las olas de la superficie.