ENTREVISTAS CON LOS
PONENTES DE LAS V JORNADAS TÉCNICAS DE BIBLIOTECAS: Joaquín Hernández Sánchez
Joaquín Hernández Sánchez,
Coordinador de programas formativos y docente. Asesor y dinamizador del programa Read Maker para las bibliotecas en la Diputación de Badajoz
· Hola. En breve celebramos las V Jornadas
Técnicas de Bibliotecas. ¿Qué reto de aprendizaje se pueden llevar los
participantes para ponerlo en práctica en sus bibliotecas?
La idea de que, cuando volvamos a la
normalidad (que ya no será la antigua, sino la nueva, sea esta la que sea), las
actividades en línea han llegado para quedarse y que, de alguna manera, hay que
imbricarlas con las actividades presenciales. Algunas instituciones y redes
bibliotecarias habían asumido esta filosofía antes de la pandemia, pero espero
que, de ahora en adelante, esta manera de trabajar, de ser y entender la labor
bibliotecaria se extienda.
Ligado a ello, más que un reto es una
inyección de optimismo: existe un ecosistema completo de herramientas y
aplicaciones que nos ofrece tanto soluciones como ideas para realizar esa
conexión entre lo presencial y lo virtual.
· En cuanto al desarrollo, ¿qué
nos puedes adelantar sobre algún contenido o práctica que nos vas a explicar?
Hablar de un “ecosistema completo de
herramientas y aplicaciones” puede abrumar, por eso, plantearemos un ejemplo
muy sencillo: un kit de “supervivencia” tecnológica para desarrollar
actividades en línea en nuestras bibliotecas.
· ¿Cómo ves
el panorama bibliotecario con respecto a la pandemia? ¿Habría que corregir
algunas malas “praxis” desarrolladas en los últimos meses? ¿Hay alguna
biblioteca que haya sido modélica en cuanto al desarrollo de su labor en medio
de la pandemia?
A pesar que las naturales incertidumbres
que nos está dejando la pandemia, soy optimista. Creo que la biblioteca se
adaptará, como ha venido haciendo a lo largo de los años, a estos nuevos
tiempos. Este optimismo mío no es en absoluto naif; está fundamentado en la realidad: solo hay que observar cómo
los profesionales reaccionaron en los momentos más críticos, demostrando así el
valor y el importante papel de las bibliotecas en nuestra sociedad.
No me gusta, por regla general, fijarme
en la mala praxis; sino en las buenas praxis, así, por descarte, identificamos el grano de la paja, también, para
seguir potenciando esas buenas prácticas. De todos modos, no hay que olvidar
que las experimentaciones se han realizado con los conocimientos y medios de
ese momento. Y pensar en la importancia de la formación continua de los
profesionales, además del necesario apoyo a la profesión, como el que ofrecen
asociaciones como la vuestra.
No voy a destacar o distinguir la labor
de una sola biblioteca; pero sí quiero resaltar la labor de las pequeñas
bibliotecas, las redes de bibliotecas
municipales, que han diseñado magníficas actividades. Tampoco podemos
dejar a un lado a las instituciones que ya habían apostado por los servicios en
línea y, durante este tiempo, los han potenciado y han generado nuevos
proyectos relacionados. Qué importante es que las instituciones cuenten con
equipos profesionales con visión de futuro.
Y, por último, fijémonos en lo que hacen
instituciones y empresas ajenas, en principio, al mundo bibliotecario. Ligadas
a la cultura, o no. De la observación, siempre se extraen ideas.
· ¿En nuestras bibliotecas se han potenciado el uso de
nuevas herramientas?, ¿Cuáles de ellas son las más utilizadas y por qué?
Las redes sociales han sido las
herramientas estrella, también porque son las que están integradas en la vida
cotidiana de nuestros usuarios, y el objetivo de la biblioteca es llegar a
ellos, estar con ellos, acompañarles, formarles, entretenerles… Por ejemplo, el
servicio de mensajería WhatsApp, junto con la opción de videoconferencia, ha
sido clave para mantener el contacto entre el usuario y el bibliotecario. Otras
han sido las que permiten reuniones grupales y retransmisión en directo de
actividades, como Google Meet y, sobre todo, Zoom.
Este tipo de aplicaciones son fáciles de
usar, se han popularizado muy rápidamente y, además, son gratuitas. Es natural
que hayan sido las herramientas estrella.
· En cuanto al futuro, ¿qué
nos espera en los próximos años con respecto a las bibliotecas? ¿Crees que la
pandemia ha traído cambios para quedarse?
Hay una necesidad y un deseo de volver a
una actividad física, presencial, en nuestras bibliotecas, tanto por parte de
los usuarios como de los bibliotecarios. Pero, seguramente, tendremos que
reconquistar a ese porcentaje de usuarios (no sé si alto, habrá que
explorarlo), que se ha acostumbrado a la no presencialidad de los últimos
tiempos. Lo que está claro es que se han producido cambios muy profundos tanto
en los hábitos de consumos culturales y de entretenimiento, como en la forma de
trabajar y de ofrecer servicios y actividades.
· En cuanto a la actualidad,
¿qué deben poner en práctica las bibliotecas de manera inmediata para estar en
consonancia con lo tiempos que estamos viviendo?, ¿Nos das algún consejo para
que los bibliotecarios inicien de manera inmediata la andadura en el tema que
nos rodea?
La biblioteca ha de apostar por la
conversación y la socialización, con la conexión, ya casi obligada, entre lo
analógico y lo digital.
Observemos nuestro entorno y su día a
día. Si los jóvenes se mueven en determinados entornos virtuales, veamos cómo
poder acercarles allí nuestros servicios; si les gustan los vídeos, hagamos vídeos;
si les gusta encontrarse en una aplicación, probemos esa aplicación. Si las
personas mayores se han acostumbrado a las videollamadas, usemos estas
aplicaciones para charlar con ellos, para compartir con ellos. La
presencialidad, lo físico, es algo irrenunciable, pero tenemos que convivir con
la virtualidad. Ahora, sí o sí.
· Vamos finalizando, ¿qué te
ha parecido este formato utilizado por la AAB en estas V Jornadas Técnicas,
debido a la situación tan extraordinaria provocada por la Covid-19?
Me parece un formato muy adecuado para el
momento que vivimos; y un formato que perdurará más allá de la pandemia.
Espero, eso sí, que el próximo año, se pueda combinar con el formato presencial
y, así, disfrutar de las ventajas y múltiples posibilidades que nos ofrecen
ambos.
· Para acabar, ¿que te
parece la labor desarrollada por la AAB?
Creo que es una asociación que acompaña,
escucha y aconseja al bibliotecario, que ha evolucionado para adaptarse a las
necesidades de las bibliotecas y de los profesionales que trabajan en ellas. Que
lucha, cada día, por la defensa de los derechos de los profesionales. Que tiene
un proyecto formativo asentado, con propuestas actuales y efectivas. Además, uno
de sus puntos fuertes es su capacidad para propiciar la colaboración entre
distintas instituciones y redes bibliotecarias.
Y si alguien, aún, no se ha percatado de
todo lo que hace, le remito a un artículo publicado en su último boletín: 40 años no es nada; Bibliotecarios
Andaluces 1981-2021 😊
😊
Fue una ponencia muy instructiva.
ResponderEliminarSi los ánimos y las circunstancias me lo permiten, pienso utilizar alguna de las actividades de mensajería propuestas.
Gracias